Tras dos años de intercambio de correos amorosos, Florentino Ariza se arma de valor para hacerle a Fermina la propuesta formal de matrimonio a lo que ésta contestó a lápiz y en una sola línea: “Está bien, me caso con usted si me promete que no me hará comer berenjenas.”
A los dos años de vivir en París y luego de haberse casado con el Dr. Juvenal Urbino, Fermina Daza y Urbino regresan a Cartagena luego de enterarse de que la madre de éste estaba enferma de gravedad. En la cena de gala de bienvenida se sirvió un plato que Fermina Daza no logró identificar y del cual se sirvió dos raciones. Luego se enteró de que acababa de comerse con un placer insospechado dos platos rebosantes de puré de berenjena.
“Perdió con galanura: a partir de entonces, en la quinta de La Manga se sirvieron berenjenas en todas sus formas casi con tanta frecuencia como en el Palacio de Casalduero, y eran tan apetecidas por todos que el doctor Juvenal Urbino alegraba los ratos libres de la vejez repitiendo que quería tener otra hija para ponerle el nombre bien amado en la casa: Berenjena Urbino. (Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del Cólera)
A los dos años de vivir en París y luego de haberse casado con el Dr. Juvenal Urbino, Fermina Daza y Urbino regresan a Cartagena luego de enterarse de que la madre de éste estaba enferma de gravedad. En la cena de gala de bienvenida se sirvió un plato que Fermina Daza no logró identificar y del cual se sirvió dos raciones. Luego se enteró de que acababa de comerse con un placer insospechado dos platos rebosantes de puré de berenjena.
“Perdió con galanura: a partir de entonces, en la quinta de La Manga se sirvieron berenjenas en todas sus formas casi con tanta frecuencia como en el Palacio de Casalduero, y eran tan apetecidas por todos que el doctor Juvenal Urbino alegraba los ratos libres de la vejez repitiendo que quería tener otra hija para ponerle el nombre bien amado en la casa: Berenjena Urbino. (Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del Cólera)
Aqui em casa adoramos berinjelas, de todas as maneiras: cozidas, grelhadas, assadas... Este simples prato de berinjelas recheadas é uma ótima opção de acompanhamento ou mesmo como prato principal vegetariano.
A preparação é um passeio, não suja nada, leva poucos ingredientes, e fica pronto rapidinho. Usei só queijo no recheio, mas poderia usar presunto, cubinhos de tomate, azeitonas, quem sabe com ervas como salsinha, orégano, manjericão..., enfim o que gostar e estiver de boa na sua geladeira. Receitinha fácil, rápida, gostosa e versátil. Quem pode querer mais?
berinjelas
queijo
sal, pimenta, azeite,
Opcional: páprica, pimenta em flocos
Modo de fazer
Cortar as berinjelas ao meio, de comprido. Colocar em uma assadeira untada, com a parte cortada voltada para baixo. Fazer cortes em xadrez na casca da berinjela, sem cortar até o final. Temperar com sal, pimenta e azeite. Levar ao forno por 15 minutos.
Retirar do forno, colocar pedaços de queijo nos cortes, se quiser polvilhar com páprica ou pimenta em flocos e regar com azeite. Retornar ao forno por mais alguns minutos, apenas para terminar de assar a berinjela e gratinar o queijo.
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